Creo que este artículo le viene como anillo al dedo a la categoría “cosas que siempre quise decir” de esta página web. Y es que lo que os estoy a punto de transmitir lo llevo pensando un montón de tiempo: la escuela concertada funciona a pesar de que haya quien se esmere en demostrar, sin suerte, lo contrario. Y nadie merece ser juzgado por escoger un colegio concertado para potenciar la educación de sus hijos e hijas. Hay muchas razones por las cuales hemos podido optar por esta vía en lugar de por otras.
Por supuesto, nadie merece ser juzgado sea cual sea la educación que elija. Lo importante es que tengamos a nuestra disposición un servicio que nos valga para obtener los valores y los conocimientos que necesitamos para desarrollarnos como personas y como futuros profesionales. Hay que tener en cuenta que hay muchos lugares en el mundo en los que, por desgracia, el acceso a la educación es mucho más reducido y que debemos agradecer que, en España, tengamos en nuestra mano poder elegir qué tipo de modelo queremos sea cual sea el nivel en el que nos encontremos.
Según una noticia publicada en eldiario.es, España es uno de los países que cuentan con menos escuela pública y más concertada de Europa. En lo que respecta a los entes públicos, el 81% de los alumnos europeos va a ellos y en el interior de nuestras fronteras, la cifra apenas alcanza el 68%. Esto puede deberse a diversas causas, pero mi opinión es que la calidad de los colegios concertados en España son de mucha más calidad que otros que se encuentran en otros países del continente. Es lógico, por tanto, que haya una mayor cantidad de personas que apuesten por ellos.
Una cosa que siempre he querido decir es que la educación concertada merece mucho más reconocimiento que el que se le brinda en la actualidad. Pero quiero profundizar mucho más en el tema y descubrir las razones por las cuales hay mucha gente que se decanta por llevar a sus hijos e hijas a los colegios concertados. Que el número de familias que apuesten por esto en España sea de los más altos de Europa no es casualidad y los amigos de Madre de Dios Ikastetxea, que cuenta con una historia que se extiende desde 1945, nos han transmitido cuáles son algunas de las razones por las que la escuela concertada tiene una aceptación tan grande en el interior de nuestras fronteras.
- Lo primero de todo es que la calidad de la educación no se resiente. La mayor parte de las personas que se encuentran en un colegio concertado adquieren las competencias necesarias para irse incorporando al mercado de trabajo. Y, de hecho, el porcentaje de personas que se incorporan al mercado de trabajo después de haber tenido una educación concertada es similar al que provienen de la educación pública.
- En segunda instancia, gracias a la educación concertada se puede obtener un modelo de educación que se asemeje a los valores que tiene la familia. No hay nada de malo en que, si queremos educarnos en la fe católica, exista la posibilidad de hacerlo.
- Los itinerarios formativos son mucho más claros en la educación concertada que en la pública. ¿Cuál es el motivo? Muchas veces es evidente. No hay un pacto de Estado por la educación en España así que, cada vez que hay elecciones y que cambia el signo político del Gobierno de turno, ese itinerario cambia en función de los intereses de ese grupo político. En la educación concertada esto no es así y no lo va a ser nunca.
- Del mismo modo que hemos indicado los riesgos de los grupos políticos en la educación en torno a los itinerarios formativos, hay que decir que también existe ese riesgo en lo que tiene que ver con la metodología. No podemos estar cambiándola cada dos por tres sin orden ni concierto. Debemos estar seguros de que el cambio se va a producir adaptándonos a las necesidades de la realidad y eso siempre está más estudiado en el caso de la escuela concertada que en el de la privada.
- Además, hay muchos centros concertados que ofrecen algo que no suele ser para nada habitual en lo que tiene que ver con los públicos: estudiar primaria, secundaria, bachillerato e incluso preescolar en un mismo centro, algo que tiene muchas ventajas, principalmente el hecho de que la plantilla que conforma el centro conozca el historial de cada alumno y pueda, de ese modo, proporcionar una enseñanza mucho más personalizada que la que se puede derivar de una educación en la que estamos cambiando de centro cada pocos años.
- Como colofón, diremos que es interesante que se valore el hecho de que en este tipo de centros sí que se procura que haya un número máximo de alumnos que sea reducido, de tal modo que se pueda conquistar una enseñanza mucho más personalizada y que se parezca más a la que se establece en el Plan Bolonia a la que se está planteando a lo largo de todos estos años para las escuelas, colegios e institutos públicos.
La verdad es que el éxito que tiene la escuela concertada es algo que se va demostrando año tras año en toda España. Resulta curioso que, teniendo en cuenta lo diverso que es nuestro país, la escuela concertada tenga una gran aceptación en todas sus zonas. Eso quiere decir que la gente suele confiar en este tipo de educación y que responde a los objetivos que persiguen los padres y madres en relación a la educación que quieren que sus hijos e hijas obtengan. Y, a fin de cuentas, esto es lo que importa y lo que de verdad deja satisfechas a las familias.
Todo el mundo suele pensar que la Comunidad de Madrid es la que lidera lo que tiene que ver con la cantidad de alumnos que acuden a un colegio concertado. Pero el diario Newtral se encargó de decir que era Euskadi la región en la que existe un número mayor de este tipo de alumnos. El 47’8% de los niños y niñas vascas se encuentran en un centro de este tipo y la verdad es que ellos no son los que se destacan por obtener una mala educación ni mucho menos. Si por algo destaca precisamente la gente de esta zona es porque obtienen una educación que es exquisita y porque obtiene empleo de una manera mucho más rápida que buena parte de la gente de otros territorios.
¿Qué puede haber más importante que la educación?
Los primeros años en la vida de una persona son imprescindibles por muchas razones. Son años en los que el cuerpo es vulnerable y en los que se requiere de una protección y una alimentación muy grandes para conseguir el crecimiento y desarrollo que esperamos. Por otro lado, es un momento de la vida en el que se empieza a determinar quiénes somos, qué es lo que nos gusta y a qué podemos aspirar.
La posición que ocupa la educación en ese momento de la vida es, entonces, fundamental. A través de ella, vamos a adquirir los valores que van a ser necesarios para llegar a ser quienes queremos ser y es lógico que haya familias que quieran que sus hijos e hijas formen parte de un lugar concertado en el que se defiendan los valores en los que siempre han creído. Mientras sus hijos salgan de esos centros con el nivel que se espera de ellos, todo será correcto. El problema vendría si ese nivel no se alcanzara por algún motivo. Eso es lo que pondría en jaque el futuro de la persona afectada y eso es lo que no podemos consentir de ninguna de las maneras.
Creemos que en España se está haciendo un gran trabajo en materia educativa. Hay opciones para todo tipo de personas y familias y la verdad es que eso hace posible que cualquiera de nosotros podamos escoger el camino que queremos seguir. Desde luego, es interesante que no solo exista un camino por el que se nos obligue a caminar y que el modelo que escojamos sea el que más se equipare a nuestros valores. De ese modo, nos sentiremos más cómodos a la hora de formar parte del sistema educativo y tendremos una mayor cantidad de posibilidades para conseguir los objetivos que perseguimos dentro de él.
Este tema debe ser una prioridad a todos los niveles y para todas las personas, con independencia de cuál sea la realidad de su día a día. La clave para ser feliz en la vida empieza por la educación y no cabe la menor duda de que hay que empezar por ahí para construir una vida que merezca ser vivida y que nos pueda valer la pena. De lo contrario, estamos empezando a cavar nuestra propia tumba. Eso es lo que no nos podemos permitir en absoluto.