Aquellas personas que permanecen mucho tiempo en cama por enfermedad o por dificultades de movilidad, aquellas que están en silla de ruedas o que sufren parálisis o se encuentran en estado de coma,  suelen sufrir  la aparición de escaras o de úlceras por presión.

En España, las cifras apuntan que 9 de cada 100 pacientes, ingresados a nivel hospitalario, son afectados por escaras, convirtiéndose en un problema bastante común para esa determinada población y que ascienda los costos en tratamientos para úlceras por presión a más de los 600 millones de euros por año.

De hecho, el Grupo nacional para el estudio y asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP), calcula que el costo de prevención estaría alrededor de los 1.7 € al día y curarla cuesta al menos 46 € por día.

Por ello, es bueno que estemos conscientes de que las produce y que medidas podemos tomar para evitar que aparezcan. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber. Sigue leyendo.

¿Por qué se producen las escaras? 

Las escaras o úlceras por presión se producen por una presión constante y sostenida entre una protuberancia ósea y una superficie de apoyo. Así, esta presión hace que los vasos sanguíneos y los tejidos queden oprimidos, provocando un bloqueo del riego sanguíneo a esta zona (isquemia) y por tanto muerte celular o necrosis. 

Una escara puede aparecer  entre 8 a 12 horas (o incluso, menos tiempo) mientras se esté ejerciendo la presión en la zona y no se estén cumpliendo las medidas preventivas para estos casos, además que si no se atajan a tiempo y se realiza un tratamiento, la lesión y el daño van avanzando y empeorando.

Así, las fases de una escara van desde el enrojecimiento de la piel hasta estados más graves como la afectación del hueso o los músculos de la zona afectada.

Sin duda, la aparición de las mismas en el estado que se encuentren representa una reducción del bienestar general y la calidad de vida de las personas que la padecen, por los dolores y la incomodidad que estas producen.

La principal causa de estas llagas por presión, como también se los conoce, es la falta de movilidad, aunque existen otras razones como:

• Ausencia de cambios posturales, si la persona no está teniendo movilidad porque se encuentra en situación de cama, debe realizar cambios de posición cada 2-4 horas y si está en silla de ruedas, cada 20 minutos. 
• Desnutrición, la falta de los nutrientes adecuados en los tejidos los hacen frágiles y más propensos a lesionarse, sobre todo si se llega a estados preocupantes de delgadez. Por eso, las personas en situación de cama deben tener una buena alimentación, en la cual se consuman las calorías, proteínas, vitaminas y minerales necesarios.  
• Incontinencia y falta de higiene. Las personas que sufren incontinencia son de las que más rápidamente suelen desarrollar escaras en ciertas zonas de su cuerpo. Esto porque la humedad hace que las escaras proliferen, ya que el sudor, la orina y las heces pueden irritar la piel. Por lo mismo, se debe limpiar, secar e hidratar las zonas de riesgo después de cada lavada o cambio de pañal que se le realice a la persona. 
• Afectación de la sensibilidad, enfermedades como la diabetes, lesiones medulares y otros trastornos neurológicos,pueden afectar la sensibilidad, haciendo que la persona no siente el dolor o malestar que haga que quiera cambiar de posición en la cama o silla de ruedas. Por ello, es bueno revisar al encamado todos los días para encontrar cambios de coloración o heridas que nos den una pista de su estado.

¿Dónde se produce con más frecuencia las úlceras? 

Las zonas con prominencias óseas son las más propensas a desarrollar ulceras por presión, siendo la región glútea la zona de mayor riesgo, tanto así que allí es donde se localizan el 50% de las úlceras. También esto está relacionado con el lado que más se apoya, por ejemplo, si la persona suele estar acostada boca arriba, la zona de mayor riesgo será la sacra, si suele reposar de un lado del cuerpo, la más afectada será el trocánter y si más bien suele estar sentado, las escaras aparecerán en  el isquion y en el coxis.

A estas zonas le siguen muy de cerca los talones, segunda pate del cuerpo con  mayor riesgo para la aparición de escaras, ya que allí recae todo el peso de las piernas, alcanzando el 35% de las escaras. 

La zona occipital y la cabeza es otra zona que puede lesionarse y desarrollar una escara, representando el 10%. En la zona de los hombros, que coincide con la prominencia ósea de los omóplatos, aparecen el 5% de las úlceras en personas encamadas. 

Menos frecuente, pero igual posible, las personas encamadas también podrían desarrollar escaras en las orejas, las rodillas, muñecas y los codos, dependiendo de las posiciones que suela tomar durante su descanso. 

Claves para evitar las escaras o úlceras por presión

La detección, prevención y tratamiento de las escaras o úlceras por presión no solo es un trabajo de la misma persona encamada, la cual, dentro de sus capacidades debe procurar tomar las medidas necesarias, principalmente, y como mínimo, intentar cambiar de posición cada cierto tiempo.

Esto también es una responsabilidad de sus cuidadores y familiares, ya que muchas veces estas necesitan de el apoyo de otros debido a su condición de inamovilidad, o sobre todo tomando en cuenta aquellos casos en los que la persona ha perdido su lucidez, o está en estado e coma, y por lo tanto son completamente dependientes de la atención de otros.

Aquí te presentamos algunas medidas que puedes seguir para ayudar a prevenir la aparición de escaras:

1. Garantizar una buena hidratación y una dieta rica en proteínas

Lo primero es cuidar la alimentación de la persona ofreciéndole una dieta rica en proteínas, ya que estas son fundamentales para el desarrollo y la regeneración de los músculos y la piel. Además que así evitamos que la piel se debilite y aumente el riesgo de que aparezcan las escaras. Parte importante de esta dieta también son los líquidos, ya que es clave que el paciente siempre esté bien hidratado.

2. Controlar la humedad de la piel de forma regular

Si la persona encamada presenta problemas para controlar la orina y los excrementos es importante cuidar su higiene y de mantenerle seco en todo momento para que la piel no se agreda y comiencen a aparecer las escaras debido a la humedad.

3. Infórmate sobre los tipos de sistemas antiescaras

Hoy en día, la ortopedia nos brinda numerosos productos para la prevención de escaras como colchones, cojines, almohadas y protectores para las articulaciones que ayudan a distribuir el peso del enfermo.

Por ejemplo, en el mercado podemos conseguir unos cojines antiescaras con hasta dos capas de espuma y vicosilicona, con funcionalidades como la memoria y la liberación de coxis. También podemos encontrar taloneras antiescaras en diferentes versiones: la talonera rectangular antiescaras soft, la talonera semicilíndrica antiescaras soft la bota antiescaras soft, o el patuco antiescaras tech. Incluso, manoplas antiescaras que protege la región palmar; la muñequera antiescaras softque disminuye la presión sobre la muñeca y la codera antiescartas soft  que resguarda el codo.

Igualmente, Cuidaria, distribuidores de equipos para personas con movilidad reducida como camas articuladas, sillas de ruedas y otros, nos recuerdan que existen cojines y colchones antiescaras que ayudan a que no haya tanta presión en el cuerpo mientras esté está em reposo.

4. Mantener una buena higiene corporal

Se sufra o no de incontinencia, la higiene es muy importante para la salud general y la prevención de escaras. Se debe intentar bañar al paciente al menos una vez al día, utilizando un jabón neutro, sin frotar y secando la piel con mucho cuidado.

Durante el ritual de baño se debe intentar no usar productos con alcohol, ni hielo, ni el secador de pelo a una temperatura muy alta.

Igualmente, se debe cuidar la higiene de la cama, manteniéndola limpia, seca y sin pliegues.

En cuanto a la ropa, deben evitarse el uso de prendas ajustadas o demasiado sueltas con tejidos ásperos.

5. Realizar masajes suaves y específicos

Para mantener un buen trofismo de la piel, es importante que el paciente reciba masajes suaves sobre la piel limpia y seca, sin ejercer presión, sobre todo, sobre las prominencias óseas.

6. Evitar pasar todo el día en la cama

Independiente del nivel de  movilidad del paciente y cuanta ayuda pueda necesitar, se debe intentar que no pase todo el día en la cama o en al silla de ruedas.

Es importante que siempre cambie de posición de reposo, cada cierta cantidad de tiempo. Pero, no solo esto. También se debe intentar que salga de la cama, caminando por la casa, dando un paseo corto fuera, o en caso de que no pueda moverse en lo absoluto y sea uy difícil sacarlo de cama, recibiendo ejercicios de movilidad en las zonas de riesgo.