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Cómo elegir tus brackets

Los tratamientos en el campo de la ortodoncia son algunos de los que más demanda tienen y elegir unos buenos brackets es de gran importancia de cara a que el paciente se vaya a sentir cómodo en el proceso que puede llegar a durar más de un año. Ahora, la tecnología permite la elección de brackets que son transparentes y que son más atractivos desde el punto de vista estético, aunque también pueden elegirse los brackets de siempre o los procedimientos nuevos como la ortodoncia, tanto lingual como invisible.

Clases de brackets

Si se atiende al propio material con el que se fabrican, estos son los brackets principales que podemos encontrar en las clínicas dentales y que el dentista te va a recomendar para que así se pueda corregir la alineación dental.

Metálicos

Son los de toda la vida y se siguen usando muchos por la gran eficacia que tienen y su reducido precio. Evolucionaron en lo tecnológico, y como nos comentan los profesionales de clinicadentalgarcialorente.es que tienen un cierto aspecto frío y no demasiado estético, Mejoraron mucho en este campo y es posible añadir colores dependiendo del gusto estético del paciente. El aspecto estético es la mayor problemática que tienen frente al resto de brackets

De cristal de zafiro

Pasan bastante desapercibidos, puesto que son transparentes. Son de lo más efectivos y cuentan con una gran durabilidad y el paciente no va a tener ningún tipo de miedo a que se puedan manchar con los alimentos que se vayan a ingerir. Los brackets dan más confort a los pacientes y así van a poder lucir sin complejos y con toda comodidad.

De porcelana o de plástico

Los brackets son también bastante discretos en lo estético y van a mejorar la propia imagen del paciente mientras que se haga el tratamiento.

De oro

Suelen ser bastante duraderos, además de contar con una resistencia importante a toda clase de usos. El funcionamiento es como los brackets metálicos, y los resultados luego del tratamiento siempre van a ser de lo más atractivos.

Dependiendo de la forma en que se instalen en la boca del paciente:

Autoligables

Cuentan con un alambre movible que lo que hace es sujetar el arco, Con unos clips el arco dental se queda fijado a los brackets y así no precisan gomas elásrticas que con el paso de las semanas van a ir perdiendo fuerza y dejarán de ser eficaces para las alineaciones dentales.

De adhesión

Se van adheriendo a la superficie dental con una resina especial que hará que la fijación va a ser perfecta. El proceso de colocación en el esmalte cuenta con varias variantes, comenzando por los materiales que tienen materiales de adhesión usados y también si es directa o indirecta.

¿Cómo elegimos los mejores’

Lo que hay que tener claro es que al final es el ortodoncista el que se va a encargar de que, una vez se examine al paciente, se ofrezcan opciones para seleccionar los brackets ideales dependiendo del problema que queramos solucionar y también del presupuesto con el que dispongamos. Hay otra serie de aspectos como el estético, que puede que sea de importancia para el paciente, tanto por su profesión como porque desee preservar la imagen en el tratamiento, Lo que debe quedar claro es que el profesional le recomendará los brackets que den resultados mejores al paciente.

Todo va a depender de una serie de factores y en base a la edad que tenga el paciente, de tal forma que se pueda hacer una aproximación a los brackets que recomienden los ortodoncistas, siendo una clasificación que es posible que varíe.

Hasta 12 años, los brackets metálicos y removibles

De los 12 años en adelante, los convencionales o de colores

Adultos

Puede ser una gran opción en el caso de que el ortodoncista de luz verde al tema. Todo va a depender de las necesidades estéticas y del presupuesto que tengas.

Piensa que el consejo que damos es que visites una clínica que te inspire confianza y de la que tengas buenas referencias, puesto que así habrá mas posibilidades de que la elección que realices de verdad responda a las necesidades que tengas.

Desde aquí te animamos a que tomes una decisión siempre basándote en estos factores y no solo mirando el puro factor económico, puesto que en estos casos puede que corras el riesgo de no acertar y que al final te toque cambiar de clínica o repetir el tratamiento, lo que no es fácil ni precisamente barato, por lo que tómatelo con calma.