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Los gestos del día a día con los que puedes ayudar al planeta: son fáciles y vas a ahorrar

Decía mi hermana Lourdes que es en los pequeños detalles en los que se demuestra la forma de ser de cada persona. Y eso es así. Os pongo un ejemplo. Cuando se va de fiesta, todos somos maravillosos. “Otra ronda”, “pago yo”, “ahora vamos a esta discoteca”. En estas situaciones todos somos muy majos, alegres y abiertos. Ahora bien, si ese mismo día, una de las personas pierde el móvil y hay que acompañarle a denunciar a la Policía, todos salen pitando. Es ahí donde se demuestra la amistad.

Son estos pequeños gestos, pequeños detalles donde se demuestra. Otro ejemplo es cuando una persona lo está pasando mal por la muerte de un familiar. Todo el mundo va al funeral o al tanatorio para darle un abrazo, “estoy aquí para lo que necesites”. Y luego pasan los días…y ni una llamada ni un mensaje. Esos son los pequeños detalles a los que me refiero. Es ahí donde se ve a las personas de buen corazón. Pues bien, algo similar ocurre con nuestro día a día y el medio ambiente. A todos se nos llena la boca diciendo que queremos un planeta mejor, que queremos respirar aire puro y comer sano. Vale, me parece muy bien, pero lo tienes que demostrar.

Y de esto quiero hablar hoy, de cómo en nuestro día a día podemos echar una mano, una mano muy grande, al medio ambiente, y por ende, a nosotros. Y es que al final, respirar aire puro o comer sano depende de nosotros, no de la naturaleza. Y lo curioso es que hay pequeños gestos, hay pequeños detalles, que podemos hacer en nuestra casa o incluso cuando vamos a trabajar. Toma nota porque son fáciles de hacer, y muy beneficiosos para el medio ambiente, pero también para nuestro bolsillo.

Esto es lo que puedes hacer en tu casa

Apagar las luces y los aparatos electrónicos al salir de una habitación. Es algo que es muy sencillo de hacer y que además lo vas a notar en tu factura de la luz. No te olvides de ir apagando todo porque parece que no pero al final de mes suma un pico.

Utilizar bombillas de bajo consumo. Ahora es lo mejor que se puede hacer, hay muchos modelos y aunque son un poco más caras, es el típico caso de que es una gran inversión.

– Reciclar los residuos correctamente. Esto es lo mejor que podemos hacer, ya sabes que hay diferentes colores para los diferentes tipos de residuos. Es un gesto que no cuesta nada de hacer y con el que ayudamos mucho al medio ambiente.

Reducir el consumo de agua al lavarse los dientes, ducharse o lavar platos. EL agua es un bien preciado, y por tanto lo tenemos que cuidar. Pero si además no lo desperdiciamos, pues también nos vamos a ahorrar mucho dinero cuando nos venga el recibo del agua.

– Usar bolsas reutilizables en lugar de bolsas plásticas. Es una gran idea y estamos ayudando mucho a la ecología porque el plástico es un gran contaminante. Ahora por suerte hay muchas empresas con mentalidad ecológica, como es el caso de Chiwawap, que por ejemplo fabrica productos desechables ecológicos elaborados sin plásticos. Sin duda, son la alternativa perfecta para los profesionales que necesitan utilizar productos de un solo uso sin tener una incidencia negativa en el medio ambiente. Podemos hablar de cubertería desechable, de platos de caña de azúcar o de envases multifood de cartón con solapa.

Comprar productos locales y de temporada para reducir la huella de carbono. Lo vamos a notar en nuestra alimentación porque además de echar una mano al frutero del barrio, lo que vamos a hacer es comer más sano.

Utilizar el transporte público, bicicleta o caminar en lugar de usar el automóvil. No te haces una idea de lo que puede contaminar un coche, si podemos ir a trabajar en bici lo vamos a agradecer por todos los lados. Y ojo, que te vas a poner en forma y seguro que ya no hace falta que te sigas gastando más dinero en ir al gimnasio.

Apagar el motor del automóvil en lugar de dejarlo en ralentí. SI no tienes otro remedio que coge el coche para ir a trabajar, tienes que saber algunos trucos para al menos no contaminar tanto, y para ahorrar. Este es uno de ellos.

Reducir el consumo de carne y alimentos procesados, ya que su producción requiere gran cantidad de recursos naturales. Hay que meter más alimentos sanos en nuestra dieta.

Plantar árboles y plantas en casa o en espacios públicos para contribuir al equilibrio ambiental. Esto es el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos.