Un edificio es como una persona. Con el paso del tiempo, es posible que sufra alguna enfermedad y que necesite curarse. Los materiales con los que se levantan las viviendas y pisos en los españoles y las españolas son como las células del cuerpo humano: no duran para siempre. Y, en ocasiones, necesitan ayuda para seguir desempeñando su función. Es algo natural. La labor que hay que tener en cuenta para paliar este tipo de situaciones es garantizar que haya profesionales que sean capaces de resolver unos problemas y los otros. Así es como vamos a ganar en seguridad, aspecto básico para cualquier vida humana que se precie.
Todo lo que os hemos comentado en el primer párrafo hace necesario en los edificios un proceso que conocemos como rehabilitación. Se trata de algo elemental para garantizar la continuidad del edificio y tanto de su seguridad como la de las personas que se suelen encontrar en su interior. No rehabilitar implica la existencia de una fatiga de materiales que es la que termina provocando que aparezcan las grietas y que haya un riesgo de desplome cada vez más alto. Es lógico, teniendo esto en cuenta, que esa rehabilitación ya no solo empiece a ser habitual en nuestro país, sino que también sea una labor obligatoria.
Buena parte de los edificios que se encuentran en pie en España fueron construidos a mediados del siglo pasado. Ya han pasado demasiados años desde entonces y ha sido necesario que nuestro país empiece a tomarse en serio un asunto como el de la rehabilitación teniendo un parque de viviendas tan antiguo. Muchos de los edificios de nuestras ciudades y pueblos se estaban empezando a desgastar, había demasiadas evidencias de ello y, como es lógico, las instituciones han tenido que intervenir para que se corrijan todos esos riesgos que empezaban a ser más que evidentes. Por suerte, es una labor que todo el mundo en este país se está tomando en serio.
En Europa, hay países que tienen una experiencia más amplia que la nuestra en una materia como la de rehabilitar sus edificios. Los países centroeuropeos siempre han sido solventes en ese sentido… y los escandinavos también. En el sur del continente hemos solido tardar más en adoptar este tipo de medidas y España está liderando el cambio en la zona, si bien hay algún país como Portugal que sigue necesitando un impulso en este sentido. La aportación de la Unión Europea, por cierto, está siendo clave para desarrollar programas destinados a rehabilitar edificios en las zonas donde hace falta. Sin ese apoyo, España podría haber tenido más problemas para empezar a rehabilitar.
La rehabilitación es importante en los tiempos que corren, pero es que va a ser elemental de cara al futuro que nos aguarda. Y una buena prueba de ello es lo que nos cuenta la noticia del diario El País que vamos a compartir con vosotros y vosotras a continuación. En ella, se incide en que el 80% de los edificios españoles tendrá que estar rehabilitado para alquilarse o venderse en 2033, lo que quiere decir que muchos de esos edificios ya cuentan con muchos años de existencia y necesitan un cambio. No queda tanto para que llegue ese momento, así que los propietarios van a tener que ponerse las pilas más pronto que tarde si quieren acometer alguna de esas operaciones.
Las personas que habitan una vivienda que cuentan con más de tres décadas de existencia ya tiene en la cabeza la palabra “rehabilitación”. Así es como lo demuestra una encuesta reciente elaborada por Geneop, empresa que ha realizado cientos de operaciones de ese tipo en el interior de nuestras fronteras y que manifiesta que los españoles y las españolas ahora tenemos más en cuenta que nunca que ese proceso de rehabilitación va a jugar una influencia muy grande en dos aspectos que consideramos fundamentales para nuestra calidad de vida: la comodidad que sentimos en el hogar y la cuantía de las diferentes facturas asociadas a los suministros básicos del hogar.
Una necesidad que también lo es para el medioambiente
La rehabilitación de edificios es una buena noticia para un asunto capital a día de hoy en nuestra sociedad: el estado de salud de nuestro planeta. Y lo es por el hecho de que un edificio rehabilitado va a necesitar una cantidad mucho más pequeña de suministros para que sus habitantes se encuentren en perfectas condiciones. En otras palabras, y como antes os estábamos indicando, se va a reducir de una manera bastante generosa la cuantía de nuestras facturas. Eso, para nuestro bolsillo, también es una noticia excelente. Quizá la mejor que nos pueden dar para alegrarnos el día.
A propósito de lo anterior, fijaos en lo que apunta la noticia de El Confidencial que queremos compartir con todos vosotros y vosotras a continuación: con la rehabilitación de edificios, España ahorraría un total de 50.000 millones de euros en la factura energética. Estamos hablando de una cantidad sideral y que a muchos bolsillos le vendría bien para no tener que llegar apurados a fin de mes. Ni que decir tiene que, en caso de no acometer una rehabilitación, es imposible que podamos reducir esa factura. Existe una única vía y es la de apostar por un proceso como del que venimos hablando.
Y es que, de acuerdo a los datos que se manejan en la noticia que os hemos enlazado en el párrafo anterior, el 80% de los edificios de nuestro país continúa siendo ineficiente desde el punto de vista del consumo energético. Esa es una de las consecuencias todavía tenemos que pagar a causa de haber empezado más tarde a convertir un proceso como este en habitual en el interior de nuestras fronteras. En otras naciones como las centroeuropeas o en las escandinavas, el número de edificios ineficientes es prácticamente nulo. A nosotros todavía nos queda trabajo por delante para alcanzar esas cotas. Pero hay que ser optimista y valorar que ya estamos en camino de conseguir los avances necesarios para llegar a esa situación.
Creemos firmemente que España se va a poner a trabajar todavía con más conciencia en un asunto como este. Nuestro país es un referente en algunos puntos que van ligados al cuidado del medioambiente, como lo es la apuesta por las energías renovables. La rehabilitación de edificios es un modo estupendo de complementar esa política y de hacer posible que nuestro país aporte su granito de arena en una lucha que es global y en la que todo el mundo tiene la obligación de colaborar. Se trata, además, de una lucha a largo plazo y que va a corresponder a personas de diferentes generaciones.
Una manera de seguir confiando en el negocio de la construcción
Ya hemos dicho que, desde mediados del siglo pasado, uno de los puntales de la economía española fue el sector de la construcción, que se vio severamente afectado por la llegada de la crisis económica que surgió en el año 2007. El sector ha vuelto a ganar en importancia en los últimos tiempos y eso se debe, en buena medida, a la cantidad cada vez mayor de rehabilitaciones que se viene realizando en los diferentes pueblos y ciudades que componen la geografía española. España ya no necesita que se levanten edificios nuevos, sino conservar los que se encuentran en pie. Y eso es lo que mantiene al sector de la construcción con vida. Y con más vida que nunca, por cierto.
Cuando el negocio de la construcción funciona, la economía de nuestro país también dispone de un buen estado de salud. Es algo que ha quedado claro si atendemos a la historia de nuestro país. Ese periodo del siglo pasado en el que empezó a desarrollarse el sector de la construcción coincidió con el principio de un crecimiento económico que llevó a España de vivir las penurias de una posguerra a ser una nación en la que había posibilidades para todo el mundo y en el que prosperar era posible. Fue un cambio que empezó a definir el país que hoy tenemos y el que comenzó a posicionarnos en el plano internacional como una de las mejores zonas para hacer turismo, un sector que, por cierto, es el que más dinero deja en la caja de los españoles en el momento en el que nos encontramos.
La rehabilitación ha sido la manera perfecta de volver a darle vida a un negocio como el de la construcción. Pero no es algo que nos hayamos sacado de la manga porque sí. Estamos hablando de una necesidad que tienen todos los edificios y que va a seguir siendo necesaria si queremos vivir con esa seguridad y comodidad que tanto valoramos hoy en día. Desde luego, es fundamental que la rehabilitación continúe formando parte de la vida de los edificios y facilitando la vida de la gente. Siempre va a ser mejor para todo el mundo que se lleve a cabo una rehabilitación que tirar un edificio para volver a levantarlo un tiempo más tarde.