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¿La playa puede suponer una amenaza para nuestra salud?

En cuanto el buen tiempo lo permite y los primeros rayos de sol de la primavera comienzan a abrirse paso entre los fríos días del invierno, nuestras miradas se vuelven rápidas hacia la playa. Todos o por lo menos la inmensa mayoría de los mortales nos mostramos ansiosos, sino por sumergirnos en el agua, ya que todavía puede ser un acto reservado solamente para los más audaces y atrevidos, pero sí estamos deseando darnos un largo y tranquilo paseo por la arena mojada o sencillamente sentarnos a contemplar esa idílica y anhelada puesta de sol, como la que se disfruta en Denia, un paraíso para los amantes del sol, temperaturas agradables durante todo el año, el buen ambiente, la exquisita gastronomía…

Todos ellos son factores que contribuyen a que sea el lugar perfecto para disfrutar unas inolvidables vacaciones. Por ello, nosotros os recomendamos que os pongáis en contacto con Romer Playa Inmobiliaria, una agencia inmobiliaria donde podrás encontrar todo tipo de alojamientos para alquiler vacacional, además de la compra/venta de casas, chalets, pisos o apartamentos de obra nueva y segunda mano, siempre con las mejores condiciones del mercado.

Y aunque nuestra imagen de la playa es idílica, debemos pensar que también presenta una serie de peligros para nuestra salud como, por ejemplo:

– Sol. Una exposición al sol con moderación es beneficiosa, siempre que se tomen las medidas de precaución oportunas como pueden ser:

-Evitar su exposición en las horas centrales del día, entre las 12:00 y las 17:00 horas.

-Aplicar una crema protectora solar, aconsejable un factor de protección 50, una media hora antes de la exposición al sol y repetir cada 2 o 3 horas, especialmente después de sudar o bañarse.

-Proteger la cabeza de los rayos solares mediante viseras, sombreros, parasol… así como la utilización de gafas de sol con protección de rayos UV.

– Agua. Debemos tener siempre respeto al mar y hacer caso a las banderas de color de la playa que nos indican el estado de permiso o prohibición de bañarse. Las corrientes y resacas que se forman cerca de la orilla pueden llegar a ser muy peligrosas, pues su fuerza puede acabar tirando al suelo a una persona y arrastrarla mar adentro. Igualmente, saltar o tirarse de cabeza al agua en lugares donde no se conoce su profundidad es sumamente peligroso, por desgracia cada año se registran casos de lesiones medulares como consecuencia de estos juegos peligrosos.

Habrá que tener especial cuidado en no introducirse en lugares señalizados o reservados para las motos acuáticas, lanchas, barcas de pedales…u otros lugares no aptos para el baño.

– Deshidratación. Cuando el calor es excesivo y prolongado el tiempo el cuerpo necesita realizar un trabajo extra para mantener la temperatura corporal, por lo que suda más y pierde un porcentaje importante de su agua corporal. La deshidratación es especialmente frecuente y peligrosa en los lactantes, niños pequeños y ancianos, por lo que se aconseja con el fin de evitarla beber más frecuentemente líquidos como agua o zumos. Los principales síntomas de una deshidratación son sed intensa, fatiga, dolor de cabeza, sensación de malestar, dificultad para concentrarse…

– Mantener bajo vigilancia a los niños que se encuentren jugando con colchonetas, barcas hinchables, flotadores, etc. la sensación de seguridad o la pérdida de su control adentrándose en el mar, puede resultar muy peligrosa.

– Hacer castillos de arena, coger agua en un cubo, saltar las olas o jugar a la pelota en la orilla, puede resultar muy divertido para los niños, pero si los padres no están muy atentos, también puede suponer un riesgo muy elevado de desubicarse y perderse entre los bañistas. Es aconsejable vestir a los niños con bañadores con colores muy vistosos para poder identificarlos rápidamente o indicarle alguna referencia, por si se pierde, aprenderá a orientarse.

– Picaduras de medusas, que provocan picazón, ardor, dolor u hormigueo en la zona de contacto.

Documentación a presentar para registrarse en un establecimiento hotelero

Todos aquellos ciudadanos que se dispongan a pasar un día, unos días o una temporada en un establecimiento hotelero deberá cumplimentar y firmar un impreso denominado parte de entrada. Los datos recogidos en este parte serán el nombre y apellidos de la persona hospedada, su fecha de nacimiento, nacionalidad, número de identificación personal y fecha de expedición de dicho documento, así como la fecha de entrada al establecimiento. Este parte de entrada podrá ser cumplimentado de forma manual o por procedimientos informáticos, quedará a disposición de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, que podrán requerir su exhibición en cualquier momento.